domingo, 28 de noviembre de 2010

Victima

Que locura… ayer soñé contigo muy cerca,
Que locura… tan solo mascar lauchas y sueños son mi vida…
Esto de la apoteosis de dioses de oficina y PC SON UNA DESGRACIA
Por doquier la destrucción de los pobres
Yo vivo con lo puesto, y me levanto repuesto, con lo puesto, me voy a la ducha
Y regreso despierto y jubiloso, hasta que salgo a la calle, y veo la conformidad ante mí que me devuelve la prudencia
Entonce emerjo de entre las tinieblas como un enorme monstruo invisible, odio los parques, los estacionamientos, los fétidos pasillos y salas de espera.
La gracia no es una sonrisa arrojada a la orilla de la perturbada ciudad,
La virtud no es una boca anhelante que ondula los labios como saboreando mi mirada, una cara desencajada en oráculos pérfidos o unas caderas oscilantes que se acercan y que se alejan.
Eso es ficción, es una parodia de lo que es en verdad una mujer… un problema más
Una boca más que pide y da a cambio de pedir aun más que ayer.

Estas notas no son palabras de poeta enamorado, son letras de un pobre desventurado,
Un destructor, misántropo e iracundo cometa que desea con lujuria, fuego y agua destruir la seca y muerta mujer, para renacerla en un bullente océano.
Doy un día de mi vida por tener tus pies descalzos jugueteando con los míos,
Doy de comer por una famélica de amor como tú…
Te otorgo el destiempo de un vórtice de hielo y fuego como se desenvuelve mi corazón de errante…
Y te doy mi palabra jadeante, y mi posición de silente viajero, de asesino cometa… de animal cósmico, para rehacerte como ninfa, como diosa, como sonrisa y silencio… 

Por: Manuel Alejandro Godoy